Vuelve la Navidad y con ella las ilusiones, las esperanzas y los sorteos extraordinarios. Yo este año cumplo los requisitos para que me toque: he perdido pasta en el casino, he invertido en acciones a la baja, he inundado mi casa, he saboteado la caja de la luz... en fin todo tipo de desastres naturales para que la suerte me recompense ¡Me lo merezco! ¿Y qué haré cuando sea millonario? Pues darme a la buena vida, pero como me conozco y sé que puedo ser muy gastón, me buscaré algo para entretenerme, aunque sea por las mañanas, por ejemplo, bedel. Y si es en el Ministerio de Economía mejor, así me entero de cosillas para invertir la pasta...
Si es que ya viene la Navidad y yo escucho ese sonido angelical en mis oídos: ¡bedel!¡campanas de bedel...!
lunes, diciembre 13, 2004
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